El almendro
Cuando me tiemble el corazón
en las cenizas de la tarde,
mi luz será un cayado
de mareas en
constante mar.
en las cenizas de la tarde,
mi luz será un cayado
de mareas en
constante mar.
Sobre ellas andaré,
por cuérnagos de luna,
oliendo a intimidad y a epifanía,
gozando en el jazmín
los atributos de la sombra
o el espeso decurso de la noche
hacia un amanecer
claro de almendros.
por cuérnagos de luna,
oliendo a intimidad y a epifanía,
gozando en el jazmín
los atributos de la sombra
o el espeso decurso de la noche
hacia un amanecer
claro de almendros.
Mariano Estrada